14 de marzo de 2008

La actitud adecuada para encontrar trabajo


Después de graduarte de la escuela (licenciatura, preparatoria, técnica) probablemente vas a enfrentar el futuro con una mezcla de estas dos emociones: la ambición de comerte el mundo y el miedo de iniciar una etapa completamente nueva.

Estas dos emociones pueden ser un excelente detonador de tu energía para proyectar una imagen de empuje y voluntad que se requiere en el trabajo, pero también pueden obstaculizar el curso de una entrevista, o descartarte del grupo de candidatos para una vacante.

Antes que nada, quiero decirte que es perfectamente normal sentir la angustia provocada por el futuro desconocido que tenemos en puerta, aunado a la fuerte presión social y económica por encontrar un trabajo pronto.

Todos lo sentimos. Una entrevista es una evaluación rápida y no siempre indolora de nuestra formación, trabajo, conocimientos, actitudes. Sabemos que estamos compitiendo contra otros candidatos, con fortalezas y debilidades diferentes a las nuestras. Además, hay una evaluación crítica y muchas veces subjetiva, de una persona o más que están ahí para encontrar elementos para juzgar si eres el candidato idóneo para el puesto.

Por ese motivo, antes de una entrevista y durante todo el proceso de búsqueda de trabajo, es sumamente importante no perder de vista nuestras fortalezas, nuestras competencias y cuál es la mejor manera de presentar nuestras debilidades. La búsqueda puede tardar alrededor de 3 a 6 meses, según diferentes fuentes en Recursos Humanos y es muy importante no desesperar. El reclutador seguramente está interesado en conocer tu respuesta bajo presión y si te ve ansioso, molesto, decepcionado, acosador, eso le dará una mala imagen de ti.

Estas son algunas formas de mantener una actitud positiva durante este proceso:

1- Conócete a ti mismo: piensa en quien eres, valora tu experiencia, tus conocimientos, tus competencias, tu potencial. Piensa en el esfuerzo que has hecho para llegar hasta aquí y apláudete por ello. Cree en ti mismo y apréciate.

2- Conoce la empresa: es importante tener una actitud de confianza, de estar en control de la situación y es mucho más fácil tenerla o aparentarla cuando sabes el giro de la empresa, sus productos, su cultura, etcétera.

3- Aprecia a los demás: aunque no lo creas, la mayoría de la gente tiene sus propios planes, en los que, generalmente no está hacer tu vida de cuadros. Hay gente que piensa que los demás solo están esperando la oportunidad de hacerles daño. Cuando piensas así, con cualquier gesto te darás por ofendido. Piensa que el entrevistador está haciendo su trabajo, no tiene ganas de "fregarte".

4- Sonríe en tu interior: recuerda que la realidad del mundo depende de cómo la miras. Sal del círculo vicioso de ver lo negativo de las situaciones o de las personas. Si no tienes motivos de sonreír, tararea, respira hondo, suaviza tu gesto, aprecia la naturaleza, recuerda algo positivo. Haz esto especialmente antes de entrar en una entrevista. Hay un ejercicio en el libro de Boothman para obtener una sonrisa fácilmente. Inicia hoy mismo diciendo "fabuloso" frente al espejo durante unos 3 minutos. Dilo en todos los tonos posibles: enojado, divertido, picaresco, dramático, exigente, etcétera. Hazlo hasta que no puedas aguantar la risa. Repítelo cada día. Cuándo lo requieras, con solo decir en tu mente "fabuloso" traerás a tus labios esa sonrisa que necesitas.

5- Piensa en soluciones, no en problemas: tu mente se enfocará en lo que tu conciencia decida. Si quieres ver solo problemas, te estarás limitando automáticamente. Piensa en las cosas que sí puedes hacer, en cómo sí hacer las cosas, en qué pasos tienes que dar para superar los obstáculos. Si a tu mente le das un problema para resolver, particularmente una pregunta abierta, trabajará tiempo completo para solucionarlo. Sin embargo, si la alimentas solo con pensamientos negativos, te ahogarás en problemas.

6- Sé generoso: con tu tiempo, con tu dinero (aún si tienes poco), con tu buen humor. Lo que pagarás es mucho menor que lo que recibirás. Hace años le preguntaba a un tío que organizaba unas fiestas muy populares en el pueblo de donde es originaria mi familia, que cómo lograba tener el dinero suficiente para hacerlo. Y la respuesta de él fue muy simple: "Dando. Entre más das, más tienes". Ayudar al prójimo tiene muchos beneficios.

7-No pierdas de vista el objetivo: como dicen, "los obstáculos es lo que nos asusta cuando quitamos la vista de la meta". Trata, intenta, persiste; la paciencia es tu mejor aliado cuando sabes que la recompensa llegará. Recuerda que siempre que una puerta se cierra, otra se abre.

8- El tener una actitud positiva, es como muchas otras cosas, cuestión de voluntad. Empieza con querer tenerla, haz un esfuerzo y después será natural en ti.

Siempre que puedas, sonríe, ¡es contagioso!

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