15 de enero de 2011
26 de agosto de 2010
Triunfar en la vida
26 de octubre de 2009
The Fun Theory
Como muchos sabemos, la diversión es un factor importante en nuestra vida. Sin embargo, muchas personas descartan el valor de la diversión pensando que solo las cosas "serias" son las que valen la pena realizarse.
Te invito a ver este video y a replantearte cómo hacer divertidas las diferentes actividades de tu día.
18 de agosto de 2009
17 de agosto de 2009
Las cosas no siempre son lo que parecen
DON'T JUDGE TOO QUICKLY - Watch more funny videos here
Siempre es fácil juzgar a los demás supuestamente con la intención de facilitar la toma de decisiones, sin embargo, ¿cuántas veces no hemos visto solo la parte final de una escena?
19 de marzo de 2009
Maravillas modernas
Lo curioso es que esto le sucede no solo a las nuevas generaciones, que nunca experimentaron el costo/tiempo/esfuerzo que se tenía que invertir para lograrlo, sino a quienes nacimos en una era en que las cartas tardaban un par de meses en llegar por correo, los viajes en avión eran para pocas personas afortunadas y los teléfonos celulares no existían.
Sin embargo, es muy fácil acostumbrarnos a lo bueno. Y esto nos situa en un nuevo nivel de confort en el que esperamos todo: fácil, gratis y rápido. Y cosas que antes no teníamos, pero que obtuvimos una vez, en lugar de hacernos sentir afortunados suben un poco más nuestra expectativa para la siguiente experiencia. Esta frase me encantó: ¿Que tan rápido el mundo le debe algo a esta persona, que hasta hace 10 segundos no sabía que existía?
Vía alt1040
17 de marzo de 2009
28 de septiembre de 2008
26 de julio de 2008
27 de marzo de 2008
Arreglar el mundo
18 de marzo de 2008
Nuestra percepción de la realidad
Hace unos años llegó a mis manos el libro "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero", donde explica diversos casos, bastante extraordinarios del mal funcionamiento del cerebro. Y ahora, llegó hasta nosotros la historia de la Dra. Jill Bolte Taylor. Aquí les comparto el artículo de Juan Enríquez respecto a la plática de TED, el link del post relacionado al tema en Microsiervos y el video de la conferencia (en inglés) en TED de la Dra. Taylor, que logró interesar incluso a mi hija de casi 7 años.
La doctora...
Juan Enríquez Cabot
3 Mar. 08
Empezó como una plática más en uno de los lugares más interesantes del mundo, la reunión anual de Technology, Entertainment, and Design (TED). No siempre es fácil captar el interés o sorprender a un grupo de emprendedores, visionarios, locos, artistas, escritores e inventores acostumbrados a ver, en serie, al físico más famoso del mundo, Stephen Hawking, a Al Gore, un nuevo mapa interactivo del universo y al explorador en jefe de National Geographic describiendo sus aventuras...
Llegó al estrado ex profesora de medicina de Harvard, Jill Bolte Taylor. Fuera del rarificado mundo de la neuroanatomía, no muchos sabían quién, o qué es, una doctora Taylor. Empezó su plática como mucho académico harvardiano, con datos, cifras, gráficas. Explicó la anatomía del cerebro, las divisiones entre lóbulo izquierdo y derecho. Los órganos que los conectan.
Pero después de las gráficas, de los tecnicismos, la plática empezó a cambiar. Se volvió, por decir algo, menos tradicional. Salió asistente vestido de negro cargando, en modesta charola, cerebro humano, con médula vertebral colgando cual modesta trenza. Para gran parte del auditorio fue la primera vez que veían de cerca un cerebro fresco. Después enfrentar cierto factor fuchi, Jill nos fue mostrando lugar por lugar cómo opera este increíble órgano, qué áreas controlan qué.
Luego la plática se volvió bastante más personal. Resulta que, una mañana como cualquier otra, a los 37 años, Jill se levantó sufriendo tremendo dolor de cabeza. Una y otra vez le costó trabajo salir de la cama. Caminó lentamente al baño. Muy lentamente se metió en la regadera. Ahí se dio cuenta del trabajo que le costaba enjabonarse, controlar sus dedos. Pero al mismo tiempo, se concentraba y aparentemente distinguía cada gota de agua que caía en su cuerpo. Le costó trabajo dejar la regadera. Al llegar al lavabo se dio cuenta de que no podía usar su brazo izquierdo. Y después de casi una hora, usando su conocimiento del cerebro y su función, finalmente se dio color que sufría tremenda embolia cerebral.
Su reacción no fue pánico o preocupación sino "caray, qué cosa más interesante". Analizaba sus síntomas mientras su cerebro le decía que podía observar cada una de sus células y moléculas. El coágulo en su lóbulo izquierdo seguía creciendo. Y, al deshacer más y más de su función racional, del dolor pasó a extrema euforia. Jill veía a su brazo como una parte del todo material de su lavabo, de su baño, del universo. Cada molécula pertenecía a un todo mucho mayor. Desapareció casi toda conexión al presente. Se fusionó todo su pasado y un futuro infinitamente prometedor. Entró en una especie de Nirvana.
Se desplomó. Sobre el piso, sin poderse levantar, experimentó completa paz y felicidad. No le faltaba absolutamente nada. Se acercaba tremenda y hermosa luz blanca. La sensación era una paz completa y permanente. No había motivo alguno para cambiar nada, mucho menos para levantarse.
Pero de vez en cuando molesta voz interrumpía hermosa vida. La voz decía, si no te levantas te vas a morir. Levántate. Levántate. Una y otra vez peleaban la sensación de placer y la de deber. Hasta que lenta, lentamente se pudo arrastrar a su oficina, sentarse en su escritorio y observar su teléfono. Eventualmente decidió llamar y pedir ayuda. El único problema es que no se acordaba cuál era el número de su oficina. Empezó a dar lenta vuelta por su oficina buscando una tarjeta de presentación. No la hallaba. Y era más que molesto interrumpir su profundo placer y la sensación de ser uno con el universo con algo tan trivial como hacer una llamada. Aun así eventualmente encontró la mentada tarjeta y empezó a marcar. Pero cada vez que marcaba la interrumpía esta necesidad de entregarse a la completa paz y felicidad. Dejaba la marcación a medias. Finalmente tuvo que levantar su inútil brazo, colocar su dedo sobre la tarjeta e ir cubriendo los números ya marcados.
Finalmente escuchó una voz completamente entremezclada e incomprensible. Contestó en el mismo idioma. Con gruñidos, sonidos altibajos, gritos y susurros. Alarmados, sus compañeros mandaron rauda ambulancia, pero cuando llegó la doctora ya yacía en estado vegetativo.
Después de tremenda operación, donde le trepanaron un lado casi completo del cráneo, la doctora yació en coma durante largo periodo. Le tomó ocho años rehabilitarse, recuperarse. Tuvo que aprender a leer de nuevo, empezando con textos de kínder. Pero eventualmente inició de nuevo investigación universitaria, empezó a dar clases. Tenía mucho que contar. Hoy es, de nuevo, exitosa académica.
Además de una historia personal fascinante, la experiencia de Jill me explicó, me puso en contexto, tanta y tanta historia de profundo placer en medio de tremendo dolor. Explica el éxtasis de un mártir con profunda fe. Explica cómo un monje budista, controlando su respiración y concentración, puede eliminar toda preocupación y llegar a un estado de paz y felicidad. Demuestra por qué son tan peligrosas y adictivas ciertas drogas, y por qué tanto pelado que se va de viaje describe la experiencia como llegar a ser uno con el universo. Explica por qué tantos, que se meten a este hoyo químico, no tienen ni la fuerza ni el deseo de salir.
Al mostrarnos y describir cómo deja de operar un lóbulo del cerebro bajo extrema presión, la neuroanatomista une y pone en contexto tantas y tantas circunstancias que pueden sacar a un ser humano del presente y enfocarlo únicamente en el placer, en el mundo no terrenal, aun a costa de la vida misma.
Ella tuvo el valor para salir de este mundo, para combatir y sobrevivir. Fue batalla heroica. Pero también aprendió mucho y ahora es una persona profundamente contenta, serena. Por una parte sigue estudiando, describiendo, investigando la anatomía del órgano más complejo que poseemos los seres humanos. Pero la experiencia la cambió. Entiende ahora que el cerebro también se puede usar para lograr una profunda paz. Que esta paz se puede controlar y usar para bien, sin necesidad de extrema enfermedad, droga o tortura. Jill es líder en lo que quizás sea la más grande de las exploraciones contemporáneas, el cómo opera nuestra conciencia, saber, entender y placer.
Microsiervos
http://www.microsiervos.com/archivo/ciencia/apoplejia-en-primera-persona.html
Link al video original: http://www.ted.com/talks/view/id/229
Link al script del video: http://blog.ted.com/2008/03/jill_bolte_tayl.php#more
12 de marzo de 2008
El valor de un abrazo
Posteriormente, conocí mediante YouTube, una expresión espontánea y completamente altruista: la campaña de Free Hugs. Este movimiento fue iniciado por Juan Mann y esta es su historia, tal como la cuenta él mismo:
Había estado viviendo en Londres cuando mi mundo se volvió boca abajo y tuve que volver a casa. Para cuando mi avión aterrizó en Sydney, todo lo que me quedaba era una bolsa llena de ropa y un mundo de problemas. No había nadie para darme la bienvenida, ningún lugar al cual llamar hogar. Yo era un turista en mi pueblo.
De pié en la terminal de llegadas, observaba cómo otros pasajeros se encontraban con sus amigos y familia que los esperaban, yo quería que alguien estuviera ahí fuera esperando por mí. Que estuviera feliz de verme. Que me sonriera. Que me abrazara.
Así que conseguí un cartel y un plumón e hice un letrero. Encontré la intersección peatonal más concurrida y sostuve el letrero en alto, con las palabras "Abrazos Gratis" escritas por ambos lados.
Y por 15 minutos, la gente solo miró a través de mí. La primera persona que se detuvo, me tocó en el hombro y me dijo que su perro había muerto esa mañana. Me contó cómo esa mañana había sido el primer aniversario luctuoso del accidente automovilístico de su única hija. Me contó que, lo que lo que ella más necesitaba ahora, cuando se sentía más sola en el mundo era un abrazo. Me apoyé en una rodilla, pusimos nuestros brazos alrededor del otro y cuando partimos, ella estaba sonriendo.
Todos en el mundo tienen problemas y seguramente los míos no se comparan. Pero ver a alguien que antes estaba frunciendo el ceño, sonreír por un momento, lo vale en cada ocasión.
Según los expertos, los abrazos hacen que baje la presión arterial alta, el estrés, disminuyen la depresión, entre otras cosas. Pero lo más importante, nos conectan como seres humanos.
Esta campaña ha sido repetida en más de 70 países. Sin embargo, no requerimos un cartel para darnos el permiso de abrazar a otro. Abrazar a nuestros padres, hermanos, hijos, amigos, pareja, compañeros. De ser posible, abrazar a los extraños. Preguntarles, como lo hace Juan: ¿Cómo te ha tratado el mundo hoy? ¿Quieres un abrazo gratis?
P.D. Feliz Cumpleaños, Juan. Desde aquí, te mando un fuerte abrazo.
31 de enero de 2008
Fake english
Cuando crezca quiero ser...
Hoy me encontré este comercial de Monster.com, y me hizo recordar los cursos que daba en Panasonic, cuando para presentarse ante el grupo le pedía a la gente que nos contara qué quería ser de grande, cuando era niño.
La pregunta es válida para mis lectores. ¿Que querías ser cuando eras pequeño? ¿Qué tan cerca estás de lograrlo?
Creo que una forma muy simple de saber si tienes éxito en tu vida es preguntarle a ese niño que fuiste alguna vez, si se siente orgulloso de ver tu presente. ¿Estás haciendo lo que soñabas? Espero que tu vida sea mucho mejor que tus sueño.
Hoy vi una frase en Microsiervos que me encantó:
"La vida es como una moneda: puedes gastarla como quieras, pero sólo puedes hacerlo una vez."
– en una galletita china de la suerte
19 de enero de 2008
Did you know?
Aunque esta presentación fue realizada para los maestros en Estados Unidos, seguramente va a ponerte a pensar en lo atrasados que estamos en general en muchas regiones del mundo y en lo que nos seguiremos retrasando con el paso de los años.
Por si les interesa, aquí está el blog del autor: http://thefischbowl.blogspot.com/2006/08/did-you-know.html
“La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo.” (The best way to predict the future is to invent it) —Alan Kay—