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24 de marzo de 2008
El poder de los sueños

Este fin de semana pude reflexionar ampliamente en el poder de los sueños y los deseos. El viernes, en la reunión de las Montrealísimas, tuvimos oportunidad de platicar de cómo nuestros deseos, sueños e ilusiones moldean nuestra vida. En casa, el tema continuó con el tan esperado Domingo de Pascua que despertó la ilusión de Montse y afortunadamente, sobrepasó sus expectativas. Y durante el domingo pude platicar con dos amigos sobre su insatisfacción con algunos aspectos de su vida.
Es muy importante tener claro lo que deseamos y utilizar ese deseo para llenar nuestra vida de energía y seguir el camino para el éxito, ya sea personal o profesional. Sin embargo, no bastan lo sueños. De hecho, esa es solo la primera parte del proceso.
Para ver nuestro sueño convertido en realidad, dicen los que saben que primero debemos tener claro que deseamos. Muchas veces estamos tan insatisfechos con lo que tenemos, que somos incapaces de ver lo que sí deseamos. Hay que saber distinguir ambas cosas. Por ejemplo, una persona con una fuerte enfermedad tal vez piense (y se enfoque) en dicha enfermedad, porque no desea estar enferma. Sin embargo, lo que debe hacer para contribuir a su curación es enfocarse en la salud, en cómo desea sentirse. Es muy diferente pensar en un atributo que pensar en la negación de su opuesto. La energía emocional que conlleva esto es distinta.
El siguiente paso que recomiendan algunos maestros espirituales es pedir. Es muy importante que una vez que sabemos qué deseamos, podamos verbalizarlo (aquí difieren algunos autores). En lo personal, pienso que aunque el pensamiento es energía, es mucho más efectiva la energía de la palabra hablada.
Por último, el tercer paso es recibir lo que desamos. Para recibir lo que hemos pedido y que la Vida generosamente nos otorga, debemos tener la disposición adecuada. Muchas veces no nos sentimos merecedores de algo, ya sea porque lo sobrevaloramos o lo infravaloramos. Sin embargo, si queremos recibir lo que nos pertenece, tenemos que estar listos a aceptarlo. Es decir, mientras pensemos que sería maravilloso e increíble recibir tal regalo o subir a un nuevo puesto, mientras lo pongamos fuera de nuestro "campo de visión" no sucederá.
Tenemos que entender que lograr ciertas cosas es como un viaje de un punto A a un punto B. Si estoy en el punto A tengo que entender que no importa que tan lejos esté el punto B, sino que los pasos que dé sean en la dirección correcta. Los caminos pueden ser más o menos largos, pero lo importante es no desfallecer y no desanimarnos.
Por eso, el deseo es tan importante. Por eso, los sueños son los que nos mantienen en el camino. Estos sueños y deseos son los que mueven al mundo. ¿Cuáles son los tuyos?
31 de enero de 2008
Cuando crezca quiero ser...
Hoy me encontré este comercial de Monster.com, y me hizo recordar los cursos que daba en Panasonic, cuando para presentarse ante el grupo le pedía a la gente que nos contara qué quería ser de grande, cuando era niño.
La pregunta es válida para mis lectores. ¿Que querías ser cuando eras pequeño? ¿Qué tan cerca estás de lograrlo?
Creo que una forma muy simple de saber si tienes éxito en tu vida es preguntarle a ese niño que fuiste alguna vez, si se siente orgulloso de ver tu presente. ¿Estás haciendo lo que soñabas? Espero que tu vida sea mucho mejor que tus sueño.
Hoy vi una frase en Microsiervos que me encantó:
"La vida es como una moneda: puedes gastarla como quieras, pero sólo puedes hacerlo una vez."
– en una galletita china de la suerte
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