4 de julio de 2008

Cartas de Presentación


CARTA DE PRESENTACION

Una costumbre casi perdida en las nuevas generaciones es la de escribir cartas. Una carta correctamente escrita ayuda a reforzar la imagen de un candidato como una persona educada, cuidadosa y profesional.

Las cartas pueden usarse en todos los contactos de búsqueda de empleo: como carta de presentación, para establecer una red de contactos y como carta de agradecimiento.

Una carta de presentación correctamente redactada refleja el tiempo, cuidado y preparación que le das a tu búsqueda. Pueden ayudarte a comenzar a crear entendimiento y construir una relación con el lector.

Las cartas de presentación deben individualizarse a las necesidades del lector tanto como sea posible y vender las habilidades, experiencia, ideas y pericias específicas del candidato en la medida que se relacionan con las necesidades de la empresa objetiva.


Cómo hacerla:
1. Define el propósito. ¿Qué deseas lograr con ella? Escribe primero tus pensamientos, revísalos, edítalos y púlelos. Léela en voz alta para asegurarte de su fluidez.

2. Escribe de manera natural, pero formal. Utiliza la cortesía. Exprésate con propiedad, pero sigue tu estilo.

3. Imprime energía en tu carta:
- Usa ganchos en la primera oración
- Trata de comenzar con un enunciado de logros
- Habla sobre resolver problemas, economizar y (o) ganar dinero, etc.
-¡Incluye pruebas de tus afirmaciones! (datos, premios, certificaciones, etc.)
-Usa verbos activos

4. Relee la carta para asegurarse de que va acumulando datos positivos, es organizada, y tiene ideas que van relacionadas. Evita oraciones largas.

5. Evita sugerir al lector que te llame. El interés está de tu lado.

6. Usa papel de buena calidad y tamaño estándar que concuerde con el currículum. Mecanografía todas las cartas, evita errores o manchas. Las cartas de agradecimiento pueden ser manuscritas.

7. ¡Revisa, revisa, revisa! Tu carta debe estar perfectamente redactada antes de ser enviada.

100 posts

Con este, cumplo 100 posts en aproximadamente 6 meses de estar escribiendo en este blog. He estado ocupada con mis cursos de inglés y otras actividades, que me dejan poco tiempo libre, pero que valen la pena. El tiempo es un factor clave para la consecución de muchas cosas, sin embargo, aunque no siempre esté de nuestro lado, debemos hacerlo.

Les dejo esta frase que leí en Microsiervos:

"Hay batallas que hay que dar, aunque no se ganen". - Julio Alonso

3 de julio de 2008

La diferencia que hace la diferencia

Seguramente ya conocen este texto, pero no está de más recordarlo:

LOS DESEOS PRIMARIOS DE TODAS LAS PERSONAS SON:
1 SALUD
2 DINERO
3 AMOR

Una forma de lograr estos objetivos es siendo rico y próspero.
Así como hay personas pobres y personas ricas hay países pobres y países ricos.
La diferencia entre los países pobres y los ricos no es su antigüedad.
Esto queda demostrado poniendo como ejemplos a países como la India y Egipto que tienen mil años de antigüedad y son pobres.
Por el contrario hay países como Australia y Nueva Zelanda que hasta hace poco más de 150 años eran desconocidos y hoy son países desarrollados y ricos.
La diferencia entre países pobres y ricos tampoco está en los recursos naturales de que disponen.

Así Japón tiene un territorio muy pequeño y montañoso que no sirve para la agricultura ni la ganadería y sin embargo es la segunda potencia económica mundial.
Su territorio es como una gran fábrica flotante que importa materia prima de todo el mundo, la procesa y el producto resultante es exportado también a todo el mundo acumulando riqueza.

También tenemos el caso de Suiza, sin océanos, que tiene una de las mayores flotas náuticas del mundo. Que no tiene cacao, pero sí el mejor chocolate del mundo. Que en sus pocos kilómetros cuadrados cría ovejas y cultiva el suelo solo cuatro meses al año ya que en los restantes es invierno. Que tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa. Al igual que Japón no tiene productos naturales pero da y exporta servicios con calidad muy difícil de superar. Otro país pequeño cuya seguridad, orden y trabajo, lo convirtieron en la “caja fuerte” del mundo.
Tampoco es la inteligencia de las personas la que hace la diferencia.

Y así lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y consiguen resultados excelentes en su educación.
Otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan nuestras fábricas y al hablar con ellos nos damos cuenta que no hay diferencia intelectual.
Finalmente tampoco podemos decir que la raza hace la diferencia.

En los países centro-europeos o nórdicos podemos ver cómo los “ociosos” (latinos o africanos) demuestran ser la fuerza productiva de esos países.
Entonces... ¿qué hace la diferencia?

LA ACTITUD DE LAS PERSONAS HACE LA DIFERENCIA.
Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos se descubre que la mayor parte de la población cumple las siguientes reglas (cuyo orden puede ser discutido):
1• Lo ético como principio básico.
2• El orden y la limpieza.
3• La integridad.
4• La puntualidad.
5• La responsabilidad.
6• El deseo de superación.
7• El respeto a las leyes y los reglamentos.
8• El respeto por el derecho de los demás.
9• Su amor al trabajo.
10• Su esfuerzo por la economía y acometimiento.

Necesitamos hacer más leyes? No sería suficiente cumplir y hacer cumplir estas 10 simples reglas?

En los países pobres sólo una mínima (casi ninguna) parte de la población sigue estas reglas en su vida diaria.

No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros.
Simplemente somos pobres por Nuestra Actitud.

Nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas del funcionamiento de la sociedad.
Si Ud. no reenvía este e-mail no se va a morir su mascota, ni lo van a echar del trabajo, ni va a tener 7 años de mala suerte. Pero si ama a sus hijos hagalo circular para que la mayor cantidad de gente posible piense sobre el tema.

Si esperamos que el gobierno solucione nuestros problemas, esperaremos toda la Vida.
Un mayor empeño puesto en nuestros actos junto a un cambio de actitud puede significar la entrada de nuestro país en la senda del progreso y el bienestar.
Estos valores animarán cada proceso de cambio que impulsemos, cada meta que alcancemos y sobre todo el estilo de vida que llevemos.

Juntos forjemos un País mejor.