Y hoy me encontré en mis mensajes de Kabbalah otra reflexión similar que quiero compartirles:
Lo que oímos depende en gran medida de cómo escuchamos. Cuando escuchamos con nuestro deseo conectado a la frecuencia del compartir, podemos encontrar deleite y sabiduría en cualquier sonido. Como mi padre y maestro, Rav Berg, escribe:
"...ésta es la razón por la que le es posible a un hombre sabio escuchar las palabras de un tonto y oír sabiduría, mientras que otro hombre, que puede poseer un CI de genio pero que sólo está motivado por el deseo de recibir para sí mismo [ego], puede sentarse por años a los pies de un intelectual o un maestro espiritual y no entender una sola palabra."- Método de Kabbalah, Rav Berg
Presta atención en dónde tienes tu cabeza hoy. Cuando tu esposa te está contando sobre su día estresante o tu cliente se está quejando sobre un pedido extraviado o tu hijo te está preguntando por décima vez por qué el cielo es azul, date cuenta dónde está tu deseo. ¿Tienes en mente lo mejor para esa persona, o tu mente está en otro sitio?
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