Como parte de mi maestría tengo que hacer un proyecto final con un cliente. Encontrar a un cliente cuando solo has trabajado en una empresa y llevas cuatro años viviendo en una ciudad, cuando tus amigos son inmigrantes y trabajas a tiempo completo ha probado ser una tarea difícil. Ayer finalmente me armé de valor y le escribí a un ejecutivo de una empresa que me interesa como cliente.
Luego decidí que para escuchar un "sí" probablemente necesite escuchar antes varios "no", así que me armé de valor y fui a un evento de nuevas empresas o startups, en el ramo de tecnología. El tema de mi proyecto no es relacionado con sus empresas, pero imaginé que sería un buen lugar para ofrecer este servicio gratuito. Llevé mis tarjetas de presentación y literalmente me presenté con todas las empresas que estaban en el evento. Les robé un par de minutos a cada empresa que tenía su stand, a cada grupo de personas que no estaba ahí buscando trabajo y aunque muy probablemente pocas empresas estén dispuestas a dejarme hacer el proyecto, por lo pronto practiqué ya mi "elevator pitch" y, quién sabe, tal vez hasta consiga un cliente.
Uno de los empresarios me dijo que le gustaba mi actitud, ya que llegué sin reservas y le dije directamente lo que necesitaba, aún cuando sabía que yo no tenía el perfil que estaban buscando.
Creo que tomar una actitud proactiva te hace ganar ventaja frente a tus miedos, ya que antes de reaccionar ya estás actuando, además te hace practicar las habilidades que necesitas y evitar quedarte paralizado. Finalmente, te ayuda a darte cuenta que las cosas no son tan negativas como esperabas. Hoy anímate a salir de tu zona de comfort y da un paso más para lograr lo que deseas.
1 de noviembre de 2011
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