17 de junio de 2009

Cambio

Les dejo un articulo que escribí hace tiempo.

Mira de nuevo tu último logro. Míralo bien. Puede ser la última vez que obtengas algo así tan fácilmente. El mundo tal como lo conocimos cambió de manera radical: se separó la Unión Soviética, terminó la Guerra Fría, se descifró el genoma humano y cayó el PRI. Las Vacas Locas, el SIDA, la Gripe Aviar y el Ébola señalan nuestras deficiencias, los ataques terroristas demuestran nuestra vulnerabilidad, se destapan grandes problemas en la Iglesia Católica, los desastres naturales azotan diferentes países, las telecomunicaciones acortan las distancias, las computadoras se vuelven realmente pequeñas y accesibles, el calentamiento global se deja notar y las nuevas generaciones están llegando al mercado laboral.

El mundo está cambiando constantemente. ¿Y tú? ¿Cuándo fue la última vez que estudiaste algo nuevo, que probaste un estilo de trabajo diferente, que aprendiste un nuevo concepto o desarrollaste una nueva habilidad? ¿Cuándo te cuestionaste sobre tu manera de pensar o de actuar? ¿Cuándo derribaste alguno de tus prejuicios o de tus paradigmas?

No estamos hablando de probar comidas diferentes, de usar nuevas rutas para llegar a tu casa o de vestir en colores que no son los habituales en ti. Eso lo hace cualquiera. Estamos hablando de crecer, de desarrollar tu talento, de hacer algo mejor por ti, por tu comunidad y por tu país. De hacer algo que dé bienestar a ti y al mundo. Estamos hablando de aprender un nuevo idioma, de estudiar una carrera, de estudiar otra carrera, de especializarte, de diversificarte, de vivir una experiencia que te haga vibrar, en una palabra de reinventarte.

En el entorno tan cambiante en que vivimos se requiere flexibilidad y rapidez. La innovación es el plato fuerte de todos los días. Y la innovación es un camino de dos vías. Requerimos gente dispuesta a aceptar la ambigüedad, la falta de definiciones, los cambios de último momento. Pero también requerimos políticas, sistemas, estructuras organizacionales y líderes dispuestos a convivir con la innovación. Dispuestos a entender que la gente diferente es la que actúa diferente. Que entiendan que vivir al margen no es una forma de vivir.

Si quieres destacar tienes que ser diferente, tienes que desarrollarte al límite de tus capacidades y más allá. Porque el mundo está girando cada vez más rápido y no hay hacia donde moverse. Por lo menos no todavía.

¿Qué es lo que puedes hacer para cambiarte?

• Conoce tu entorno, prepárate, infórmate. En este mundo tan informatizado no es difícil. Analiza las tendencias, los riesgos, las oportunidades.
• Conócete. ¿Debería decir algo más? Analiza tus fortalezas, tus debilidades, tus gustos, tus planes. Ten un plan A, un plan B y un plan C y luego prepárate también para lo inesperado.
• Visualízate como el dueño de tu propia empresa, como el producto de tu propia marca. No importa si eres un empleado, un empleador o buscas trabajo. Analiza tu marca y vive cada etapa en tu carrera laboral como si fueras una Firma de Servicios Profesionales, de la que tu eres el Presidente. Pregúntate cuántas empresas te contratarían y en qué pudieras prestar servicio. Y lo más importante, cuánto vale tu trabajo.
• Analiza tu valor agregado, qué haces tu que nadie más hace. Tu trabajo debe ser sorprendente, increíble. Si un equipo está formado por elementos mediocres, el resultado es mediocre. Si el equipo está formado por superestrellas, por personas altamente talentosas trabajando de forma organizada y colaborativa, el resultado es excelente.

¿Y qué hacer después?
• Busca clientes. Eres un proveedor de servicios, ¿no? No esperarás que el cliente llegue a tocar a tu puerta. Ya sean clientes internos o externos, pero búscalos y excede sus expectativas. No te detengas ahora. Trata una vez más, y lo más importante, si sientes que haces lo correcto no te desanimes si no ves los resultados. Analiza tus fallas y vuelve a la carga.

El mundo ahora es de los que se preparan, de los que se adaptan a las circunstancias y las aprovechan para crear nuevos estándares. Si no te gusta el cambio, el futuro te va a gustar aún menos.

2 de junio de 2009

Comunicación

No es el fondo sino la forma lo que hace la diferencia al recibir un mensaje.

Tomado de: http://reflexionesdiarias.wordpress.com/2005/09/

La forma de decir las cosas puede cambiar el ánimo y disposición de quienes te escuchan.

Un Rey soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.
- ¡Qué desgracia mi señor! – exclamó el Sabio – Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.
- ¡Qué insolencia! – gritó el Rey enfurecido – ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.


Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo:
- ¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Rey con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.

Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.

- Recuerda bien amigo mío – respondió el segundo Sabio – que todo depende de la forma en el decir… uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas.

La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.

“El hombre ha recibido el don de la palabra… y cuando la emplea adecuadamente transmite mensajes que nos ayudan a ser mejores. ”